Hola nuevamente:
Como continuación de una serie de entregas sobre AUTISMO les dejo esta definición que he encontrado en conecta.org.es y qu espero les sea util.
Más adelante subiré algunos documentos para padres y maestros que pódrán ayudar al tratamiento y manejo de estos niños.
Definición de TEA (Trastorno de Espectro Autista)
Los TEA son grupo de los trastornos generalizados del desarrollo (TGD), conocidos como “trastornos del espectro autista” (TEA). Este trastorno está caracterizado por problemas de lenguaje, percepción y socialización.
Diversos estudios bioquímicos, anatómicos y neurorradiográficos apuntan a una alteración del metabolismo energético del cerebro de los autistas, sin que de momento se conozca su causa.
Se identifica por dificultades para la interacción social, problemas de comunicación verbal y no verbal, así como comportamientos repetitivos o intereses limitados y obsesivos. Sus efectos pueden ser desde moderados hasta discapacitantes.
El rasgo más distintivo de los TEA es la deficiente interacción social. Los padres suelen ser los primeros en notar síntomas en su hijo. Incluso en la primera infancia, un bebé con TEA puede no reaccionar ante quienes le rodean, o concentrarse resueltamente en algo, excluyendo todo lo demás durante mucho rato. El niño puede dar impresión de desarrollarse normalmente, para después retraerse y mostrarse indiferente al contacto social. Muchos niños tienen poca sensibilidad al dolor, pero son anormalmente sensibles a estímulos sensoriales como el sonido, el tacto u otros. Estas sensibilidades inhabituales pueden dar lugar a síntomas de comportamiento como, por ejemplo, resistencia a los mimos o abrazos.
Entre los TEA figuran trastornos como el síndrome de Asperger, el síndrome del cromosoma X frágil, el síndrome de Landau-Kleffner, el síndrome de Rett, el trastorno desintegrativo de la infancia, y el TGD-NE (trastorno generalizado del desarrollo no especificado). Ya que no es una enfermedad, no puede decirse que hay cura para los TEA.
En muchos niños los síntomas mejoran con el paso de los años y el tratamiento. Algunos llevan una vida normal o casi normal en la edad adulta. Hay terapias e intervenciones conductuales para síntomas específicos que pueden aportar mejoras substanciales.
Cómo detectarlo
La identificación precoz de los trastornos del espectro autista (TEA) no es frecuente. Muchos son los factores involucrados, como la propia definición de los trastornos, la complejidad y heterogeneidad de los síntomas en niños pequeños portadores de TEA y la falta de entrenamiento profesional adecuado para la detección precoz, entre otros.
Nos enfrentamos a una “alteración” o “desviación” del desarrollo, no un “retraso”. No existe únicamente un desajuste entre las conductas esperables en esta persona en las áreas del desarrollo que nos interesan en función de su edad, sino que aparecen conductas “alteradas” (por ejemplo, las estereotipias) que no suelen estar presentes en el desarrollo normal. La población de personas con TEA es muy heterogénea, sin embargo, decimos de todos ellos que presentan el mismo cuadro, porque se manifiestan alteradas las mismas áreas del desarrollo:
- Área de la interacción social
- Área de la comunicación y el lenguaje
- Área de la anticipación y la flexibilidad
- Área simbólica
- DIMENSIÓN SOCIAL, los aspectos que definen esta dimensión son los siguientes: Relaciones sociales: Se dan dificultades para establecer relaciones significativas, tanto con las figuras de referencia como con los iguales. Capacidad de referencia conjunta: Ausencia de conductas de acción conjunta, atención conjunta y preocupación conjunta. Capacidades intersubjetivas y mentalistas: Ausencia de capacidad de Intersubjetividad primaria, y alteraciones en la capacidad de percibir a los otros seres humanos como seres con mente (Intersubjetividad secundaria) y con un estado mental que puede ser diferente del propio.
- DIMENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN, aparecen alteraciones en los siguientes aspectos: Funciones comunicativas: Ausencia de actos comunicativos con función imperativa (pedir) y especialmente declarativa (compartir una experiencia) Lenguaje expresivo: Ausencia o retraso en el desarrollo del lenguaje oral, alteraciones en el lenguaje (ecolalias, inversión pronominal, confusión con los deícticos...) y dificultades en la conversación y en el discurso Lenguaje comprensivo: Ausencia de respuesta hacia el lenguaje, necesidad de consignas sencillas muy apoyadas en el contexto, interpretaciones literales y descontextualizadas.
- DIMENSIÓN DE LA ANTICIPACIÓN Y FLEXIBILIDAD, los aspectos a analizar en este caso son: Competencias de anticipación: Ausencia de conductas anticipatorias, necesidad de estructuración externa e importantes dificultades para asumir cambios Flexibilidad mental y comportamental: Estereotipias, rituales simples o complejos, obsesiones e intereses restringidos Sentido de la propia actividad: Conductas sin meta, necesidad de consignas externas para desarrollar actividades funcionales, falta de motivaciones intrínsecas, dificultades para dotar de sentido a actividades.
- DIMENSIÓN DE LA SIMBOLIZACIÓN, diferenciamos los siguientes aspectos a considerar: Competencias de ficción e imaginación: ausencia de juego funcional y simbólico, capacidades de ficción muy centradas en un tema concreto que suelen utilizarse como una forma de aislamiento de la realidad. Capacidad de imitación: Ausencia de imitación, imitación motora bajo elicitación o sin implicación intersubjetiva, ausencia de modelos internos por los que guiarse. Capacidad de suspensión: Ausencia del gesto de señalar para comunicarse, ausencia de la creación de referentes compartidos en el juego funcional y simbólico, ausencia de la capacidad para dejar en suspenso representaciones (metáforas, estados mentales, etc.).
Cerca de la mitad de los padres de niños con TEA expresan abiertamente algún tipo de inquietud acerca del neurodesarrollo de sus hijos cuando estos tienen entre 18 y 24 meses.
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